Vilma Tapia Anaya
Escucho soñar al agua
intervención en "... música y poesía" durante el "Encuentro con la música de hoy 2008" de La Paz - 13-18 de octubre de 2008
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Y hay un poema más. Me lo dictó el disco ...germinación y canto de Luca Belcastro. Conocí a Luca el año pasado, en Cochabamba. Lo vi pocas veces, pero, me parecía haber encontrado a un hermano más del tejido de fraternidades y sorelidades que cobija la vida. No era su trabajo musical, todavía. Era que, imagino, como yo, es vegetariano y, absolutamente consecuente, no usa cuero. Luca no participa de la cadena de daños cometidos en contra de los animales. Escuché que decía: de lo que se trata es de hacerse a un lado. Si todavía, en una marcha inconciente, no se escucha el centro de la naturaleza ni los corazones de los seres vivos que la constituyen, lo que nos toca, es hacernos a un lado... y permitir -era lo que en verdad estaba diciendo-, que todo cobre estatura, ondulación, fragancia, que todo sea delirio, germinación y canto. Le pedí que me introdujera a su música; abrió su mochila y me obsequió el disco ...germinación y canto. Hallo, abriéndome no más a esa otra belleza, sin saber, que es música de una alta complejidad estructural y, a la vez, evanescente, como la respiración de la naturaleza y de las cosas. Mientras escuchaba el disco, mi mente recogía imágenes diversas, que fluían reconfigurándose incesantemente. Cuando revisé los textos literarios y filosóficos con los que Luca había trabajado, el poema "Oda a la flor azul", que fluye al interior de la pieza "Caminando hacia el mar", me detuvo. Leí el poema, escuché la pieza, volví al poema, volví a la pieza, y se me dio un hilo de luces. Regresé al momento en que el hombre poeta, Pablo Neruda, halló una flor azul/ nacida en la durísima pradera y preguntó ¿De dónde, de qué fondo/ tu rayo azul extraes?...y la miró? como si el mar viviera/ en una sola gota...de indómita pureza.
Después de presenciar ese momento presencié el momento en que el hombre músico, Luca Belcastro, tuvo entre sus manos el rayo azul de la flor azul de Neruda. Entonces, volví a un tema que se había instalado en mí esos días. El poema "Matinal II" es el segundo de una serie de poemas que piensan el momento primigenio del hombre sobre la tierra desde un pensamiento que buscó, por unos días y unas cuantas noches, hacerse místico y judío. Con toda la torpeza e ignorancia de un movimiento de tal osadía, pero, con toda la disposición para poder preguntar desde ese lugar. "De la alianza" es el primer ciclo de un conjunto de poemas dedicados a Marc Chagall. La palabra palacio, en ese poema, es símbolo de hombre, de ser humano y está dedicado a Luca Belcastro.
Matinal I
Mira
a
los ojos
los ojos lo miran
un hilo
hilvana
ojos con ojos
abiertos párpados
titubeantes párpados
segmentados círculos del tiempo
el árbol
florece frutece
entre sus dedos
no del todo
desnudos
una alianza lucen
¿el peligro argénteo?
como en piedra
tallada en la mejilla
la madre
muge
Matinal II
para Luca Belcastro
Un palacio
tierra de la tierra
recibe toda la Luz
y en su esplendor
tiembla
como la flor
de ínfima estatura
Matinal III
Sobre su cuerpo
sobre las cicatrices de su cuerpo
pudiste aun
quemaste
sus primeros
velos
La seda ardió
en hermosura
hasta las más finas hebras
espléndidas
fulguraban
Su desnudez pronto devino
indigencia
el vértigo de su estatismo
quietud
En tu hálito
se estaba
Aquí termino, mi agradecimiento a todos ustedes y, especialmente, a Luca Belcastro, quien ha hecho posible este encuentro.
Los poemas son parte del libro:
El agua más cercana, Editorial Gente Común, La Paz, 2008